Celebramos Halloween, pero sabemos por qué lo hacemos, qué hay detrás de esta fiesta foránea que llegó para quedarse en nuestro territorio?
Sabes qué creatura es Halloween
Sin duda que la mundialización es un fenómeno que llegó para quedarse, hoy más que nunca, costumbres de otras culturas, de otras zonas geográficas y horarias, con idiomas que no comprendemos del todo, son asimiladas como propias, si es que estas, se adaptan al componente económico fundamental de nuestras sociedades. Pasa con Santa Claus, con el conejo de Pascua de resurrección y desde hace algún tiempo, gracias al consumo de la cultura gringa, con Halloween.
Una vez que algo ha calado profundamente en nuestra sociedad, y me refiero a la sociedad chilena y a la del sur de nuestro país, toca intentar buscar la manera de que aquello que ha llegado y que hemos adoptado, tenga sentido, al menos podamos comprenderlo adecuadamente, ¿qué origina esta festividad?, celebración que tendremos de ahora en más cada 31 de octubre.
Halloween, es un sincretismo que viene directamente del paganismo, de la comprensión de la naturaleza y los ciclos que nos llevan de los periodos de cosechas a los de siembra o cuando se mueven los ganados desde tierras altas a bajas, de los pastos del verano a los corrales resguardados. Cuando la sociedad se prepara para soportar el duro invierno o se preparan para el nacimiento de los animales y el tiempo de la siembra. Dos grandes estaciones, marcadas por el 1 de noviembre y por el 1 de mayo.
En nuestro país, estamos en el hemisferio opuesto de donde se originan estas festividades, tal vez es por eso que su esencia no nos parece tan importante, quizá a eso se debe que no profundizamos en el sentido y nos quedamos con lo superfluo y comercial. Una festividad nueva, que aún no es completamente aceptada, pero que llegó para quedarse.
Todo inicia con una festividad antigua, liminal, una reunión de los pueblos que trabajaban la tierra y que vivían de su producción, pero que también pensaban en lo sobrenatural, en sus muertos y en los seres que se encontraban en otra dimensión. También presentaba la oportunidad de reunirse, disfrutar, conocerse y reconocerse, tal vez de esta festividad se establecían alianzas, matrimonios y la continuidad de las tradiciones que aseguraran la unidad y la pertenencia.
La festividad del Samhain
Se trata de una festividad Celta gaélica, que se celebra en el momento en que la puesta del sol se alinea con una serie de tumbas o monumentos neolíticos en Irlanda. Estas marcas astrales, corresponden al actual 1 de noviembre, marcando así el final de las cosechas y el inicio de la temporada fría y oscura, a medio camino entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Si dividiéramos el año en dos, esta celebración inicia la mitad oscura del año en el hemisferio norte. Las fiestas comienzan en el crepúsculo del 31 de octubre, pues los celtas marcaban el inicio y término de un día en el atardecer.
El Samhain, se festejaba con grandes fiestas en torno a los antiguos túmulos funerarios, que eran abiertos, pues se consideraban portales al Otro Mundo, esto es lo que hace de esta celebración un acto liminal, en el que los límites del mundo espiritual y el material se diluyen. En esta noche, las hadas, los duendes, los espíritus y lo que han llamado Aes Side (seres antiguos, últimos residuos de dioses) están cercanos, dando la oportunidad de vincularse a lo mágico, aquello que tanto ha buscado la humanidad en las más diversas culturas. Para estas celebraciones, se realizaban fogatas que, servían para iluminar la oscuridad que se venía por 6 meses y de protección para los portales abiertos, alejando con su luz a los espíritus errantes. Era el momento en que bajaban los rebaños de los pastos de verano y seguramente se realizaban sacrificios animales y ofrendas, que eran parte de un conjunto de costumbres para conseguir el beneficio de los antiguos dioses, pidiendo la sobrevivencia para este periodo invernal. Todas estas costumbres, se fueron transmitiendo oralmente, hasta que aparecieron los primeros registros escritos modernos que permiten saber algo más de ese mundo pagano.
Se creía que las almas de los muertos volvían para sentirse en casa, por lo que en los hogares, en cada mesa, se les reservaba un lugar. Otras de las costumbres que han llegado hasta nuestros días es el mumming y el guising, esta costumbre de disfrazarse, usando máscaras para visitar las casas, de puerta en puerta, recitando versos a cambio de comida u ofrendas. También se practicaban pruebas de adivinación al rededor de las fogatas.
Comienza el sincretismo con el Día de Todos Los Santos
En el siglo IX, la Iglesia católica de occidente instaura el 1 de noviembre como Día de Todos los Santos, una fiesta solemne que celebra a todas las almas que han superado el purgatorio, santificándose, obteniendo la visión beatífica y gozan de la vida eterna en la presencia de Dios. Es por esta razón, que no se festeja solo en honor de los santos que están canonizados y que ya tienen un día independiente y singular durante el año. Todos Los Santos, es para todas las almas que han llegado a contemplar la presencia de Dios. En este día, así como en el Samhain, en el que se habrían lo túmulos funerarios, las catedrales exhiben las reliquias de los santos como un modo de conectarse con ellos, huesos, ropas, clavos y armas se cuentan entre estas reliquias.
Otra de las causas por las que la iglesia tomó la decisión de instaurar Todos los Santos, como una celebración masiva, es para que todos aquellos que no habían alcanzado individualización en aquellos tiempos en los que las persecuciones de cristianos producían cientos de mártires al mismo tiempo, debido a las matanzas realizadas por el imperio romano, antes de abrazar el cristianismo.
Otra festividad se suma para completar el sincretismo
El 2 de noviembre, es El Día de los Difuntos, que conmemora a las almas de los fieles que, al tiempo de morir, no han sido limpiadas de pecados y aún se encuentran en el purgatorio. Sin embargo, se les puede ayudar a través de rezos a alcanzar la beatitud. Es en esta festividad, se cree que las almas de los difuntos son receptivas a las visitas en el cementerio e inclusive, algunos de los espíritus, vuelven a sus hogares en búsqueda de hospitalidad y compañía.
Allhallowtide Una fiesta de tres días
Allhallowtide, triduo de Todos los Santos, es la festividad que abarca las celebraciones de la Víspera de Todos los Santos, el Día de Todos los Santos y la Conmemoración de los Fieles Difuntos, que duran desde el 31 de octubre hasta el 2 de noviembre. La fecha actual de Todos los Santos y su víspera fue establecida para Roma, tal vez por Gregorio III y fue hecha obligatoria alrededor del Reino de Francia por Ludovico Pío en 835, por lo que esta celebración de tres días tiene más de mil años.
Concluyendo
En definitiva, en este intento por entender de dónde viene el Halloween que conocemos en la actualidad, debemos hacer este recorrido en el que probablemente Samhain Gaélico y el Día de Todos los Santos Cristiano se sincretizaron en una festividad distinta, a la que llamamos Halloween. Las tradiciones estadounidenses de Halloween, que es desde donde se han mundializado, se heredaron de los inmigrantes irlandeses y escoceses que llegaron a EE.UU a mediados del siglo XIX e inicios del S. XX.
Halloween, es una fiesta celebrada la noche del 31 de octubre, como ya hemos visto, como víspera Todos los Santos. Halloween, da inicio a la conmemoración de Allhallowtide, el tiempo del año litúrgico Triduo dedicado a recordar a los muertos, incluidos los santos, los mártires y todos los fieles difuntos.
Es así, como las tradiciones de Samhain fueron cristianizadas en este sincretismo que permitió actuar como víspera de Todos los Santos, conservando mucho de su sentido, el momento del año, la importancia de los túmulos y monumentos. El espacio para juntarse y recordar a los muertos, la posibilidad de atenderlos, la apertura liminal de los mundos, los disfraces con los que se piden ofrendas a cambio de una acción, la adivinación, la magia, todo aquello que hace que lo divino, lo maligno, lo mágico y terrenal se encuentren en una noche de fiesta, de alegría y de esperanza para lo que se viene. Sin duda que su origen, en Irlanda y Escocia y su recalada en EE.UU permitió que se extendiera por todo el planeta.
Entre las actividades de Halloween se encuentran los disfraces de los niños que van por las casas pidiendo dulces con la típica frase truco o trato. Para los adolescentes y jóvenes, se suele asistir a fiestas de disfraces, tallar calabazas en forma de Jack-o’-lantern, encender grandes fogatas, jugar a la huija, realizar pruebas de valentía, hacer bromas de miedo, visitar cementerios o casas encantadas, contar historias de miedo y ver películas de terror o con temática de Halloween.
Bonus: La leyenda de Jack-o’-lantern
Jack, un hombre despreciable, pero astuto, se encuentra con el Diablo que lo buscaba porque se había enterado de lo despreciable que era. Jack, al verse perdido, convence al diablo de que le dé su última cerveza en una taberna. El diablo accede y cuando llega el momento de pagar, Jack no tiene cómo hacerlo y nuevamente convence al diablo que se convierta en una moneda de oro. Una vez que el diablo accede, Jack lo guarda en su bolsillo, en donde también tenía un crucifijo, por lo que el diablo no pudo escapar.
Entonces Jack hace un trato, pidiéndole al diablo que lo dejara tranquilo por diez años. Tras este periodo de tiempo, el diablo regresa por el alma de Jack, pero éste al ver un manzano, le pide como último deseo, que el diablo le baje una manzana que se encontraba en la copa del árbol. Al subir por la manzana, Jack talló una cruz en el tronco, por lo que el diablo fue engañado otra vez y debió prometer no llevarse el alma de Jack al infierno.
Un año más tarde, al morir y llegar al cielo, fue rechazado por San Pedro y sin saber qué hacer, fue al infierno, pero el diablo le pidió que regresara por donde había llegado. El regreso era oscuro, por lo que el diablo apiadado, le arrojó un carbón del infierno, que Jack puso al interior de una calabaza, que usó como lámpara para regresar.
Desde ese día, Jack vaga con la lámpara encendida con el carbón del infierno, buscando un lugar dónde descansar.
