Independiente a, que esta historia esté basada en hechos reales, lo que ha decir verdad, nunca me ha conmovido mayormente, pues siempre estoy detrás de la belleza de la obra. Esta historia funciona bien, como ya lo mencioné, en distintos planos.

Aún, después de horas y días, vuelven a mi retina las imágenes frías y lovecraftianas de “The Terror 1ª temporada””, la serie de AMC de 10 capítulos que he visto en Prime Video. Sin duda una serie compleja, de aquella complejidad humana que está perfectamente representada por los protagonistas de esta historia, extraída del libro homónimo de Dan Simons (que no he leído, pero sirve como un gran dato)

Había leído por ahí, en redes sociales, un comentario de Francisco Ortega sobre esta serie dirigida por Ridley Scott, y quedé con esa bala pasada, una serie que, como True Detective, Fargo o Territorio Lovecraft, me llevaran por senderos sorprendentes en diversos sentidos, historias que vale la pena conocer y que además están cargadas de una oscuridad que solo en el terror es posible ver claramente.

Independiente a, que esta historia esté basada en hechos reales, lo que ha decir verdad, nunca me ha conmovido mayormente, pues siempre estoy detrás de la belleza de la obra. Esta historia funciona bien, como ya lo mencioné, en distintos planos.

Estéticamente, nos remite al Ártico, hasta aquellos paisajes demenciales que solo en Pingu, sí en ese stop motion infantil, había visto sin comprender en demasía su origen. Ahora con “The Terror” me queda sobradamente claro a qué se deben los hielos monolíticos e informes que se yerguen por doquier. Auroras boreales fantasmalmente hermosas y un fondo blanco con sombras grises que entumen los humores y nos oprimen.

Actoralmente, los personajes evolucionan de manera deliciosa, permitiendo que generemos empatía y desagrado en las dosis adecuadas. No hay grandes giros de personalidad, eso se agradece, hace que todo parezca más verisímil.

En relación al guion, no existen grandes giros argumentativos, lo que agradecemos, pues ya es un poco cansador seguir ese juego que algunos adoptan como una especie de deus ex machina cada cierto tiempo, con el afán de mantener en vilo al público.

Para el final he dejado al monstruo “no humano” que se roba en algunos capítulos la tensión y desordena aún más lo que ya está destinado al fracaso. Aparece, como todo monstruo que se precie de tal, solo esbozado al principio, nunca completamente evidenciado, provocando un interés mayor por saber de qué se trata, a qué mitología asociarlo, cómo conseguir, de parte de la tripulación del “Terror” o del “Erebus”, destruirlo para no sufrir tanto castigo, más del que los propios marineros se infligen. Este monstruo, hace de esta serie, un relato de verdadero terror, más allá de lo trágico que les ocurre a los tripulantes, ya sea por el envenenamiento por comida, por escorbuto y por enfermedades intratables para la época, así como por la locura que el hambre y la desolación causan en la psique del ser humano.

El Tuumbaq, es un ser controlado por un chaman inuit, así se presenta en la serie, sabemos que todo saldrá mal al asesinar accidentalmente al chaman, por lo que la bestia correrá sin control y atacará en reiteradas ocasiones a los marineros del “Terror” y del “Erebus” que se encuentran atascados en el hielo por tres años. Su presencia inspira un miedo prehumano, tanto a los protagonistas como a nosotros como espectadores de un ser que parece un oso, pero que posee inteligencia humana o al menos similar. No es posible darle muerte, no al menos a propósito, serán las circunstancias desgraciadas las que sumada a la necesidad de deshacerse de la bestia lo que llevará al fin a este Tuumbaq de las tierras árticas.

En resumidas cuentas, esta primera temporada, auto conclusiva de “The Terror” supera las expectativas, nos sumerge en una atmósfera decimonónica, romántica y victoriana, todo al mismo tiempo, con una dosis de terror bien administrado y que dejará conformes a aquellos que gustan de nuevos terrores en la pantalla.

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *